Y por fin vuelta a casa, escribo estas líneas desde algun lugar entre Melbourne y Dubai, ventajas de tener WIFI en un avión. Nos esperan 36 horas de viaje y cuatro vuelos antes de llegar, el primero en Darwin, al llegar al aeropuerto de Darwin vemos que nada mas entrar de la calle están las cintas de recogida de equipajes, ahi sin mas, señal de que aqui no pasa nada y la gente es honrada, luego la azafata que nos facturó el equipaje tuvo un trato súper amable y educado hacia nosotros, explicando incluso lo que debiamos hacer al llegar a Melbourne o enseñándonos las pegatinas de las maletas para que comprobemos que no había error, gesto muy inglés, esas cosas nos sorprenden acostumbrados a la verbena que es nuestro país, control de seguridad rápido y sin problemas, veo que la gente que viene a esperar puede pasar el control y entrar a recibir a sus amigos familiares, no tienen el paripe que hay montado en España/Europa/EEUU con lo de la seguridad y les aseguro que los australianos son muy rigurosos con la seguridad y este aeropuerto en concreto es punto de unión con todo el Sudeste asiático, pero claro aqui las cosas no se hacen para robar, pequeñas diferencias...
Hablemos del viaje, hemos recorrido un continente en 24 dias que no está nada mal, ha sido un viaje muy entretenido, con muchos contrastes de ciudades, gentes y clima, desde Sydney, ciudad moderna y clima templado hasta Darwin, ciudad cosmopolita, abierta a Asia y clima tropical húmedo y caluroso pasando por la costa sur, verde y lluviosa y el desierto caluroso y deshabitado. Hemos pasado por sitios de lo más variopintos como Naracoorte, Port Pirie o Tennat Creek, lo que podríamos llamar la Australia profunda. La gente en general podemos decir que los australianos son buena gente, son bastante civilizados, tienen montado un gran país, rico y seguro, en las noticias los sucesos se reducen a disputas familiares en pueblos remotos y poco mas, no hemos visto practicamente policia en ningún sitio y eso es señal de que es un sitio seguro, tienen un nivel de vida alto, se ve por las casas que hay o los coches que lleva la gente, les gusta el deporte y la naturaleza, digamos que tienen la organización y disciplina inglesa pero con mejor clima así que son más felices que ellos, hacen mas cosas al aire libre. Ha habido infinidad de detalles que nos han llamado mucho la atención positivamente, pero nos quedamos con los de las carreteras, en Australia no hay autopistas, son todo carreteras de doble sentido pero bien asfaltadas, con limites de velocidad bastante generosos, oscilan entre los 110 del sur a los 130 del norte o tramos "speed free" sin limites, cada radar que hay es anunciado por varios cárteles desde kilómetros antes, cada cambio de limite de velocidad te avisan antes de que vayas frenando que va a bajar el límite de velocidad, parecen detalles tontos pero hablan de que no van a pillarte a ver si te despluman, por eso aquí todos respetan los limites.
Su único lunar para nosotros es el tema de los aborígenes, los usan como reclamo turístico pero en la realidad los desprecian, hasta hace no muchos años era legal dispararles asi que en algo han mejorado. Los aborígenes son solo el 1% de la población de Australia asi que esperaran a que se "extingan" aunque también es cierto que tampoco ellos hacen por integrarse mucho, son como una parte al margen de la sociedad, viven de subvenciones, van a escuelas solo de aborígenes, no hemos visto ni uno solo trabajando en nada y además tienen un serio problema con el alcohol. Hemos llegado a pensar que para el australiano blanco directamente no existen, actuan como si no estuvieran ahi... Pero vamos que son unos americanos con estudios
Vamos con las cosas del viaje, anécdotas miles, por ejemplo lo de conducir por la izquierda y tener el volante en la derecha, después de los primeros días ya conseguíamos no comernos los bordillos en las rotondas o meternos en dirección contraria al girar en las calles pero aún hasta el último día seguiamos poniendo el limpiaparabrisas para girar o picabamos las luces cuando queríamos limpiar el cristal y menos mal que era automático. También recuerdo el tercer día que casi nos quedamos tirados y sin gasolina y eso que todavía estábamos en una zona civilizada, nos sirvió de lección o cuando se nos pinchó una rueda y nos veiamos haciendo 400 kilómetros sobre tierra con una rueda de repuesto que parecía de juguete, menos mal que en aquel bar arreglaban ruedas. Las moscas en el outback, algo impresionante y que por mucho que os cuente es indescriptible, era bajarse del coche y tener una nube de moscas a tu alrededor que no te dejaban en paz hicieras lo que hicieras. Las noches en el desierto, salir en plena noche a sacar fotos de la vía láctea fue algo espectacular, sobretodo la de Uluru, ese momento que nos quedamos solos con noche completamente cerrada fue de los mejores momentos del viaje. Las paranoias con las serpientes, que al final no vimos ni una, afortunadamente. La noche que hubo eclipse lunar y verlo alli tomando unas cervezas con nuestro vecino o el día de la jaula del cocodrilo o la excursión en barco por el río Adelaida... Grandes momentos sin duda, me faltan muchos mas por poner aquí pero no me caben todos.
Otras cosas del viaje, hubo grandes ciudades como Sydney o Darwin, lugares muy buenos para vivir como Apollo Bay o pueblos muy tétricos como sin duda fueron Larrimah, Naracoorte y Tennant Creek con sus habitantes raros y sus moteles sacados de película de terror, tanto que ni nosotros nos atrevimos a dormir ahí, aunque la mayoría de moteles donde nos quedamos han estado bastante bien incluso los barracones que había en el desierto. Los nombres curiosos de muchas ciudades como Ulladulla, Wagga Wagga, Wollongong o cualquier palabra en inglés que se les ocurra seguido de la palabra Creek (arroyo) como snake creek, death creek, mary's creek etc...
De la comida llegamos a aborrecer las hamburguesas que durante varios dias se convirtieron en el único plato de las cartas de los pubs. Probé muchas marcas de cerveza, todas muy ricas y muy suaves y cada noche en el pueblo de turno comentábamos lo que había sido el día, observábamos a la gente que habia en cada pueblo o nos descojonábamos al leer las noticias que venian de España sobre el ébola, viéndolo desde fuera resultaba bastante cómico, parecia una película de Pajares y Esteso.
Creo que es un viaje que merece la pena, es un país muy grande asi que al que venga que no escatime en dias, no es necesario hacerlo como nosotros todo en coche, hay muy buenas conexiones aéreas y no muy caras pero a nosotros nos apetecía hacerlo así y creemos que es la mejor forma de conocer un país, eso por contra nos privó a lo mejor de ver la gran barrera de coral, la isla de Tasmania o incluso dar un salto a Nueva Zelanda pero no sepuede hacer todo y hay que elegir, salvo que te vengas tres meses y entonces casi mejor que me busque trabajo aqui porque no creo que le haga mucha gracia a mi mujer.
Nuestro viaje se puede dividir en cuatro partes, la primera Sydney y la costa sur, la Great Ocean Road, el equivalente a Galicia en España, muy verde, mucho bosque, 90% eucaliptos, acantilados, playas, koalas y mar bravo. Luego un par de días de viaje de transición, donde el paisaje se va secando y la temperatura subiendo poco a poco hasta llegar a Port Augusta, donde empieza la segunda parte, la Oodnadatta Track, carretera de tierra por el desierto conociendo los poblados mas aislados y remotos de Australia para luego volver al asfalto donde empieza la tercera parte, lo que ellos llaman el "red center", un desierto rojo, con inmensas rectas kilométricas y tierras de significado mágico para los aborígenes y donde está uno de los monumentos más bonitos, el Uluru desde donde yendo hacia el norte vivimos el proceso inverso, el desierto va dejando poco a poco paso a los árboles y vegetación del bosque tropical hasta llegar a Kakadu y el "top end" donde termina nuestro viaje, como ven bastante completo.
Lo más importante es que lo hemos pasado muy bien y es una experiencia inolvidable y ahora ya se acaba, a través de este blog he querido compartir nuestras vivencias diarias, espero que les haya gustado y haber podido transmitir lo mas fehacientemente posible lo que es Australia, sus lugares y sus gentes. Muchas gracias a todos los que lo leéis y hoy no me despido con un hasta mañana sino con un hasta luego y nuevamente muchas gracias.