Hoy madrugón para ir a ver el amanecer a Uluru, nos levantamos a las 4:30, cogemos el coche, el termómetro marca 8ºC y hace un frio importante, hay algo de caravana para entrar, al llegar muchisima gente amontonada en una especie de plataforma para observar el amanecer, la mayoría japoneses, nos buscamos la vida para ir a otro sitio, no nos gusta estar com tanta gente asi que encontramos un buen sitio un poco mas lejos. Poco a poco va saliendo el sol, la roca se va coloreando aunque es menos espectacular que el atardecer, los cambios de colores no son tan marcados.
Ya con el sol en lo alto aunque todavía sin calentar lo suficiente, recogemos el equipo y nos disponemos a acercarnos a la roca y bordearla caminando, son casi 9 kilómetros de perímetro, somos de los primeros en llegar asi que nos preparamos y empezamos la caminata. Si de lejos impresiona, de cerca mucho más todavía, las paredes rojas que contrastan con el cielo azul intenso dan para unas cuantas fotografías.
El camino se hace agradable, asi que tiramos de internet y nos informamos un poco de la roca y su relación con los aborígenes. No es solo que yo lo llame la roca, es que es una roca, una roca que por su composición resiste la erosión del viento y el agua mas que el terreno adyacente por eso se mantiene en pie y al ser la erosión constante tiene esos bordes redondeados. Nosotros solo vemos la punta, que se alza 380m del suelo lo que la convierten en el momolito mas alto del mundo, aunque ese privilegio está en disputa con otro en Australia Occidental, la roca se extiende mas de 5 kilómetros bajo tierra, su color original es gris pero se ve roja por la oxidación del hierro en sus capas externas, asi que solo es roja la capa exterior. Evidentemente un monumento así en medio de la nada para los aborígenes es sagrado aunque los ingleses se lo pasan por el forro un poco, por ejemplo te dicen que no está prohibido escalarla pero que por respeto si quieres no lo hagas, vamos que se la pela un poco si lo haces o no, aquí hasta hace bien poco, y hablo de años, era legal disparar a los aborígenes, estos ingleses allá donde van se lian a tiros con todo dios. También hay zonas que están señalizadas como lugares de culto y un cartel que recomienda no hacer fotos por respeto, pero sin ningún tipo de vigilancia, dejándolo en manos del turista de turno obedecer o no. Nosotros como somos buena gente obedecemos y Raúl se queda con las ganas de subir a la cima, tampoco se ve por aqui ni un aborigen, me da que se los cargaron a casi todos, aqui ya no queda ni uno.
Tras todo este rollo, nosotros seguimos con nuestra caminata, llenos de polvo rojo hasta las cejas, poco a poco el calor va subiendo y ya empiezan a sobrarnos prendas y aparecen nuestras amigas las moscas... Fuerte pesadilla esta, se meten en la nariz, en la boca en los oidos, las espantas y ni se mueven, algo horrible de verdad... El hambre aprieta y tenemos que acelerar el paso para poder llegar a tiempo al desayuno del hotel, por momentos parece que nunca llegaremos, nos cruzamos con gente por segunda vez lo cual no es buena señal, pero al fin llegamos a donde habíamos empezado, nueve kilómetros en dos horas, no está nada mal, nos hemos pateado el Uluru.. La verdad que es un sitio muy bonito y visita obligada a todo aquel que se acerque a Australia, además hemos tenido la suerte de venir en temporada baja y estuvimos la mayor parte del tiempo solos, escuchando el silencio que hay en todo el recorrido.... Descansamos un poco y ya con el tiempo justo salimos pitando para el hotel, nos tomamos nuestro merecido desayuno, con todo nuestro polvo encima pero nos da igual, peor son ellos que van en cholas y calcetines.. Y como no tenemos planes hasta la tarde, hora de una buena siesta mañanera.
Dormimos hasta la hora de comer, hoy probamos el cordero de aqui, no estaba mal, bueno, estaba muy rico, pero con tanto condimento no se aprecia tanto la carne. Después de comer toca lavandería, llevamos equipaje para 8 días asi que una vez a la semana toca. Al llegar, hay una señora ahi sentada que con un par a acaparado las dos lavadoras disponibles asi que nos toca esperar, al vernos allí, se desquicia un poco, se levanta, se sienta, abre la lavadora, la cierra, empieza a tocar botones, las llaves de paso... Por momentos sentimos la necesidad de dar un golpe seco en la nuca y dejarla ko. Por fin una de sus lavadoras termina y podemos usarla, si no la ha roto antes con tanto toqueteo. Afortunadamente funciona, cuando terminamos y en vista que todavía queda para que acabe la secadora, decidimos colgar la ropa en nuestra azotea que con el calor que hace se secará en nada.
La excursión de esta tarde es para ir a Las Olgas, otra formación similar a Uluru pero mas pequeña y menos conocida, está a unos 50km. Hay que decir que no es tan espectacular aunque merece la pena venir a verlo, hay por supuesto menos turistas y en su mayoría japoneses, se lo montan bien con unas sillas y mesas y sus copas de vino. Vemos el atardecer, los cambios de color son menos marcados aunque si hay un momento en el que se pone rojo intenso.
Volvemos al hotel mientras cae la noche, aprovechamos para parar en donde ayer vimos la puesta de sol en Uluru para verlo ya en plena noche, la mejor idea que hemos tenido hasta el momento, estabamos solos, no había nadie y el silencio era absoluto, al estar en medio de un desierto y sin contaminación lumínica y sin luna, la vista del cielo era espectacular, la vía láctea se veia a simple vista y por muchas fotos que ponga o retoque no supera a verlo en directo, se veian millones de estrellas, increíble, si vienen por aquí no duden en hacerlo y buscar que os cuadre con luna nueva no os arrepentiréis, por mucho que yo intente explicarlo aquí ni se acerca a lo que se siente. Estuvimos cerca de una hora entre sacar fotos, contemplar el cielo y en el caso de Raúl, esperar un encuentro alienigena, la verdad que si eso puede llegar a ocurrir, ese era el lugar, así que ya era momento de volver al hotel. Ha sido un día bastante completo, estamos cansados asi que nos acostaremos rápido hoy. Mañana rumbo a Alice Springs, 500 km, nos acercamos al final, ahora vienen dos etapas de transición hasta llegar a Katherine donde dejaremos atrás el desierto y nos adentraremos en el bosque tropical y afrontaremos el último tramo del viaje, el tramo más húmedo y caluroso del viaje, ya os iré contando.
Hasta malana!!!!
Buen relato Manu y espectaculares fotos! Te leo todas las noches. Muy entretenido......
ResponderEliminar