Los Protagonistas

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Hemos vuelto!!

sábado, 4 de octubre de 2014

Día 2 Eden

Y por fin empezamos la ruta...tras desayunar fuimos a recoger el coche, todo rápido sin mucho papeleo, nuestro coche un Nissan X-Trail 4WD de color gris, lo cargamos, preparamos todo y nos ponemos en marcha, como bien pone en la foto, lo primero a lo que tenemos que acostumbrarnos es que aquí se conduce por la izquierda y no solo eso, el volante está a la derecha, los cambios (aunque es automático) a la izquierda, las palancas del indicador y limpiaparabrisas también están al revés, para mirar al espejo retrovisor hay que pensar en mirar a la izquierda en vez de a la derecha, el carril lento es el de la izquierda, se adelanta por la derecha... Un lío y una odisea conducir así en una ciudad cuando nunca lo has hecho. Menos mal que en Sydney no hay mucho tráfico y además es sábado.
Empiezo conduciendo yo, todo empieza bien, nos limitamos a seguir a los otros coches mientras hacemos caso al GPS, ir en línea recta es fácil hasta que empieza lo complicado, primer semáforo en el que tenemos que girar a la izquierda y estamos solos, directito al carril de la derecha, afortunadamente no venia nadie y nos dimos cuenta, lo mejor es que los dos estábamos convencidos de que lo estábamos haciendo bien, aún así en menos de diez minutos y pese a estar mentalizados nos marcamos tres "ola ke ase"... Sobretodo en los giros a la izquierda en los cruces, afortunadamente no hay rotondas (llegarán más adelante en el día) pero todo es bastante complejo, cada vez que vas a poner el indicador pones el limpiaparabrisas y cosas asi, no hemos puesto ni la música, estamos los dos concentrados... 
Nuestra primera parada es un supermercado para hacer nuestra primera compra y llenar la nevera de víveres, tras encontrar todo lo que queríamos ahora si ya que ponemos rumbo a Eden, aquí no hay autopistas son todo carreteras de doble sentido, eso si con limites de velocidad generosos y muchos carriles de adelantamiento, aun asi, las 7 horas de camino no nos las quita nadie ya que hay muchos pueblos y ahi baja mucho la velocidad media. Con el paso del tiempo y ya fuera de la ciudad cogemos más confianza con la conducción. El paisaje es muy parecido al norte de España, todo muy verde pese a estar cerca de la costa, mucha montaña (no muy altas) y mucho bosque pero de eucaliptos, diria que casi el único árbol que hay. Según bajamos al sur entramos en zonas de viñedos, aqui se produce casi todo el vino australiano y llanuras con muchas vacas. Vemos las primeras señales que avisan la presencia de koalas y canguros pero de momento no vemos ninguno. 






Entre pueblo y pueblo practicamente no hay rastro de vida humana, por no haber, practicamente  no hay ni cobertura salvo en las ciudades.
Tras hacer un poco mas de la mitad del recorrido, cambio de conductor... Y por tanto mi venganza... Empezó bastante confiado mi amigo Raúl, ya le advertí que ir en línea recta es fácil... Para empezar nos hicieron control de alcoholemia, sin problema porque no hemos bebido nada, aunque aqui los alcoholímetros funcionan hablando cerca de un sensor no soplando, aunque Raúl tardó un poco en entenderlo asi que tras soplar dos veces y que el guardia lo repitiera por tercera vez lo conseguimos.
La venganza es un plato que se sirve frío y se acercaba mi momento, en cuanto se complicó un poco la carretera vino su minuto de oro, se comió un bordillo en una rotonda, giro incorrecto en otra, confusión de carril y vuelta gratis por perderse... Queda oficialmente bautizado...
Bueno ya ha anochecido y por fin llegamos a nuestro destino. Motel de carretera como los americanos, de esos que dan hasta miedo pero eso nos gusta. Ahora a descansar, mañana nos espera otra kilometrada, 650km hasta Ballarat, cerca de Melbourne pero eso será otra historia.
Hasta mañana!!!




4 comentarios:

  1. ¡Qué buen comienzo en la ruta! ¡Quién os pudiera ver en directo! Seguro que os acostumbraréis cuando es hora de volver ;) ¡Muy bonito el relato de estos días!

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  2. Pues si, fue muy estresante al principio...

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  3. Eso me temo Marie Claire, al volver me veo conduciendo en direccion contraria

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